Alberto ha soñado desde pequeño con ser el próximo Sherlock Holmes, pero por el camino se ha quedado en vigilante de seguridad de un centro comercial. Tiene todo lo que necesita para ello, salvo la licencia de detective que acaba de suspender por quinta vez. Tras una serie de desgracias personales, tendrá que trasladarse a vivir a casa de su cuñada Marta y sus dos sobrinos. Pero todo cambia cuando conoce a Max, un nuevo compañero capaz de realizar con éxito cualquier misión que se le proponga. Todo genial si no fuera por un pequeño detalle que le hace único: es un adorable perro Jack Russell con la capacidad de hablar. Max y Alberto no sólo tendrán que enfrentarse a los casos más complejos, sino que además tendrán que ingeniárselas para hacerlo de tal manera que ni su familia ni la policía descubran las habilidades secretas de Max. Los únicos que las conocen son sus compañeros de la organización criminal para la que trabajaba, y por ello intentarán eliminarle. Pero Max tiene otras cualidades aparte de ser un perro parlante. Es inteligente, deductivo, profesional y, sobre todo, es capaz de sacar de quicio a Alberto en cualquier situación. Pese a todo, Holmes ya ha encontrado a su Watson, y juntos crearán ‘Sabuesos’, la agencia de detectives con la que podrá cumplir el sueño de su vida.