Desde su aparición hace casi 80 millones de años, la abeja ha ocupado un lugar especial en la evolución. Trabajadora incansable, esencial para el desarrollo de los vegetales, es una de las primeras especies que mantienen nuestro equilibrio en la Tierra. La humanidad está fascinada por su perfecta organización y su increíble proceso de reproducción. Y la relación entre las personas y las abejas en todo el mundo es igualmente plural. En un mundo donde el clima está cambiando y la biodiversidad está desapareciendo paulatinamente bajo los efectos de la “actividad humana”, la abeja está en peligro y nuestra relación con ella también.